viernes, 28 de noviembre de 2014

Ampliación de La Cantábrica II : Exposición en Audiencia Pública en el HCD de Morón.



Si en el área donde vive hay industrias que pueden ser contaminantes, asegúrese de conocer los riesgos que provocan y las acciones a seguir ante posibles accidentes.


Esta frase pertenece a un Folleto con recomendaciones sobre qué hacer frente a un accidente químico. Este folleto de Comunicación de Riesgo que está al alcance del público en general en la página del Ministerio de Salud de la Nación forma parte de la Gestión de Riesgo. Esto es: la acción integral para el abordaje de una situación de desastre. Permite determinar los riesgos, intervenir para modificarlos, disminuirlos, eliminarlos o lograr la preparación pertinente para responder ante los daños que, sin duda, causará un determinado desastre.

El gobierno local quiere hacer realidad el proyecto de AMPLIACIÓN DEL PARQUE INDUSTRIAL  LA CANTÁBRICA pero no tiene políticas de gestión de riesgos. Esto se sabe porque no hay evidencia de Comunicación de Riesgo  relacionada con industrias que operan o generan sustancias peligrosas dentro o fuera de La Cantábrica, algunas aparentemente controladas por ese organismo provincial llamado OPDS.

Del INFORME FINAL DEL ESTUDIO DE FACTIBILIDAD PARA LA AMPLIACIÓN DEL PARQUE INDUSTRIAL LA CANTÁBRICA por lo exiguo del tiempo de exposición, rescatamos de la página 324:



Para poner en práctica ahora mismo ese diseño participativo está faltando una etapa previa  que no fue contemplada en el Informe Final. Está faltando la Comunicación de Riesgos.
La comunicación del riesgo puede definirse como un proceso de interacción e intercambio de información (datos, opiniones y sensaciones) entre individuos, grupos o instituciones, sobre las amenazas para la salud, la seguridad o el ambiente, con el propósito de que la comunidad conozca los riesgos a los que está expuesta y participe en su mitigación (INE, 2000). La comunicación del riesgo Miguel Ángel Martínez y Jimena Ramos en "Introducción al análisis de riesgos ambientales”.
 
Proponemos las siguientes herramientas para acciones de comunicación de riesgos y para el inicio de políticas complementarias de reducción de riesgos ambientales:
HOJAS INFORMATIVAS SOBRE SUSTANCIAS PELIGROSAS:
Cada Hoja Informativa trata de una sustancia química y contiene información sobre los peligros para la salud, primeros auxilios y procedimientos de emergencia en caso de incendio o derrame, etc. Es una información en poder de  empleadores  radicados en el municipio. Debe transformarse en información abierta a los trabajadores y la comunidad. Simplemente hay que establecer la obligación local de compartir las hojas informativas con bomberos,  policía y personal del sistema sanitario, estatal o privado,  para que se posibilite planificar de forma adecuada las respuestas a emergencias. La Secretaria de Salud debe contar con inventario puesto íntegramente a disposición del vecino. Las instituciones educativas todas, especialmente las ubicadas cerca de plantas industriales que usen sustancias peligrosas, deberán contar con esta información para llevarla a las aulas.

HOJA PEDIÁTRICA DE PESQUISA DEL RIESGO AMBIENTAL:
En el ámbito sanitario, ya sea público o privado, hay que institucionalizar lo que se denominada en otros lugares “Hoja Verde”. Es una herramienta que se agrega a la historia clínica de los niños. Sirve para identificar chicos  que estén expuestos a riesgos ambientales. Consiste en un cuestionario sobre el ambiente intradomiciliario y el entorno urbano del domicilio. Permite recolectar datos para obtener evidencia e intervenir con acciones que mejoren la calidad de vida. Es una vía indirecta educativa para que pediatras y padres se inicien en una mayor conciencia medioambiental con acento en riesgos antrópicos.  Por otra parte no hay razones para que esta herramienta sea monopolio exclusivo de pediatras.

REGISTRO DE SITIOS CONTAMINADOS:
Debe darse continuidad y desarrollo a políticas de relevamiento de sitios contaminados o bajo sospecha de contaminación. El objeto principal debe ser la remediación.  Toda información acopiada respecto a sitios contaminados debe comunicarse al sector salud de inmediato. Igual conducta debe adoptarse cuando el Municipio, OPDS u otro organismo obtenga mediciones ambientales en caso de incidentes químicos.

 

Hasta aquí llegamos. Pero podemos ampliar lo expuesto si de políticas de reducción de riesgos ambientales se trata. Nada de lo propuesto aquí entra en contradicción con las políticas ambientales locales sino que las complementa.

Es todo. Gracias.
Ángel Navarro.
 

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